La mayoría de empresas, ven a los ‘edificios verdes‘ como un lujo de costes elevados en materiales, instalaciones, y hasta en el diseño, para cumplir con los estándares LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño).
Es verdad que esos costes son reales, pero ¿qué pasa con los beneficios económicos que producen a los propietarios y ocupantes?
Podemos enumerar alguna de las ventajas:
- Mayor valor de mercado , ya que tienen mayor demanda, son construcciones de mayor calidad, y son escasas. Para un propietario de un edificio (de oficinas y/o comercial) con certificación LEED explotado en alquiler, los beneficios empresariales vendrán principalmente de las rentas más altas, con mejores tasas de ocupación y de alquiler, a un menor riesgo. Para los ocupantes, aportará una ‘imagen pública verde’, tendrán menores costes de operación y de mantenimiento, mayor productividad de los empleados, a un menor riesgo también.
- Menores costes. El ahorro que supone un edificio que funciona con menor energía, y que necesita de menor mantenimiento, servirá para amortizar el gasto en hacer el edificio sustentable.
- Mayores ingresos. Al estar más solicitadas, estas construcciones tienen unas tasas de vacantes más bajas (de un 3,5%), pero también sus rentas de alquiler son un 13% más elevadas que las de los edificios No-LEED. A estos ingresos habría que sumar los procedentes por una mayor productividad de los empleados*, que aporta un impacto de 215€/m2.
A día de hoy, la conciencia de las empresas poco a poco está cambiando a favor de una edificación más sostenible y con menos costes en la vida útil del Edificio.
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